Día 4: Jueves Santo de 2025

El misterioso menú de la Última Cena | Clímax
Última cena de Jesús

Llega el Jueves Santo y muchos acontecimientos se precipitan, especialmente me interesan dos que son fundamentalmente importante para la cristiandad: La última cena y la oración en el huerto de Getsemaní, pero hoy solo les hablaré de la última cena, dejaré a Getsemaní para después.

En esta revisión, un poco más interna de la Semana Santa que estamos haciendo, es importante recordar que los doce discípulos son los 12 signos del maestro interno, el Cristo interior que todos nosotros tenemos asentados en el Chakra del Corazón llamado Anahata. Este Chakra es un loto (Padma) que tiene 12 pétalos según los sabios de la India, por lo que los 12 discípulos también son los 12 pétalos del chakra Anahata, y en el centro del loto hay una joya que es el Cristo. Joya en sánscrito es “Mani”, por eso aquel famoso mantra budista: “Om Mani Padme Hum”, que se suele traducir como: “Yo soy la joya en el loto”, se refiere precisamente a nuestro Cristo Interno, y al Cristo en el cenáculo pascual.

Quizás mucha gente, especialmente los que están en el nivel naranja hacia abajo les moleste que se hagan esta clase de equivalencias, porque no les gusta mezclar lo oriental con lo occidental, sin embargo, la cultura religiosa de la India influyó directamente a las culturas religiosas de extremo oriente, y también de medio oriente. Esto lo vemos porque elementos ceremoniales y rituales como las velas, lámparas de aceite, incienso, ofrendas de flores, recitación de fórmulas sagradas, cadenas con cuentas, y otra clase de prácticas que se realizaban desde hace milenios en India se volvieron prácticas comunes adaptadas por casi todas las religiones.

Una de estas prácticas conocidas como prasad en India, consiste en el consumo de alimentos dedicados a la deidad, quizás me dirás que comer la comida sacrificada en honor a la deidad es algo que se hacía en muchas culturas como la mesopotámica y tendrías toda la razón, pero el prasad tiene una particularidad, y es que es el remanente de la deidad una vez que come. Es decir, no se trata solamente de decir esta comida, te la ofrezco a ti o a ti, se trata de entender que el ritual simboliza a que la deidad comió, aunque sea un bocado, manipuló la comida, hizo que fuera su comida y se la entregó a los devotos. De hecho, en las culturas vivas de la India se considera que comer los remanentes que el Gurú deja en el plato es comer su prasad. El Prasad es importante porque significa recibir la gracia del Gurú o la deidad, y esa gracia te da energía espiritual positiva, te limpia de energías pesadas y pecados, y te fortalece en el camino espiritual. Se puede considerar que esta ceremonia, en la que eres invitado a recibir el Prasad de la deidad o del gurú, es una forma de iniciación.

Y qué tiene que ver todo esto con el Jueves Santo —casi te escucho decir—, pues que el Jueves Santo se instauró la práctica del Prasad o Prasadam en el Cristianismo, bajo el nombre de Eucaristía.  Eucaristía viene del griego Eu que quiere decir bueno, y Charis que quiere decir gracia, por eso la eucaristía es una gracia buena que se recibe y es un acto de acción, de gracias también. Pero no creamos que la transmisión fue directa de India al Cristianismo, esta práctica del Prasad, en la forma de la ceremonia del pan y del vino, tiene sus antecedentes directos en el Melquisedec, Rey de Salem, quien inició con ella a Abraham. Melquisedec era básicamente Dios, una encarnación de Dios completamente pura, materializada si se quiere, si los Cristianos creen que Cristo es Dios Hijo, entonces Melquisedec es Dios Padre.

¿Qué es la eucaristía entonces? Una ceremonia que busca integrar a los seres en común-unión con sus semejantes y con Dios, y tiene sus antecedentes  en la iniciación que Melquisedec le dio a Abraham y en el prasad Indio. Cristo la instituye porque sabía que ya se iba, y sus 11 discípulos iban a quedar desperdigados, por lo cual necesitaban una práctica que les cohesionara como comunidad, como asamblea… asamblea en griego es ekklesia, y en español llegó a ser iglesia. Entonces la eucaristía es la práctica central que une y mantiene unida a la iglesia.

El pan es nuestro cuerpo somático, y todas nuestras duras experiencias en el mundo para sobrevivir y obtener logros, frutos, como dice el génesis 3:19, donde Ha-Shem dice “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente…”… Ese es el pan. El Vino es nuestra vida psicológica: son todos los momentos de alegría, fiesta y descanso, incluso también nuestras borracheras y resacas emocionales cuando actuamos bajo su impulso. Pero al recibir la bendición, se convierten en cuerpo y sangre de Cristo, lo que no es otra cosa que el Cuerpo de Luz del Cristo y la Mente-Corazón de Luz de Cristo.

El problema que ocurre, creo yo, cuando no se entienden los basamentos de las cosas es que se cae en prácticas que son incorrectas, un ejemplo clásico es que si alguien no se ha confesado, o si es un “pecador grave” tal como un divorciado, o cualquier otra cosa parecida que la iglesia repruebe, la postura oficial es que no tiene derecho a la eucaristía. Amigo, el prasad no se hizo para santos, sino para pecadores, porque son los pecadores los que más necesitan de fuerza espiritual y conexión con el cuerpo y la mente de Cristo. Otro ejemplo es que hay sectas cristianas que pelean todavía si lo que ocurre en la eucaristía es consustanciación o transubstanciación, sin darse cuenta de que esto discusiones entre una visión azul (tradicional / transubstanciación) y una visión naranja (racional / consustanciación).

Sea como sea, me desvié del tema. Jesús manda a sus discípulos a que sigan al hombre que carga un canto de agua y es en su casa donde van a preparar la cena, en la planta superior. La Cena efectivamente se da en la casa de Acuario; sin embargo, esto no tiene que ver con la era de acuario, sino con el punto de luz que existe entre acuario y capricornio que es la puerta que lleva al sendero interno de la ascensión (Sushumna Nadi); este tema es demasiado complejo para explicarlo aquí, pero seguramente más adelante hablaremos de eso. Nota que los manda a prepararla en la planta de arriba, por lo que se sabe que es un proceso espiritual que no se da en el plano físico sino sobre él.

Les lava los pies a sus discípulos, aparte de ser una lección de humildad, también les da una bendición para que los pies, que son el símbolo de los caminos de la vida que recorremos,  estén libres de obstáculos. También recuerda que los pies corresponden a Piscis, y a la Casa 12, que es la casa de los obstáculos y el Karma, les limpia el karma porque están pasando a una nueva etapa.

Les da un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, y así habiendo integrado sus 12 poderes, o 12 pétalos, el Cristo está listo para seguir el camino de ascenso por los chakras cinco, seis y siete, para unirse con el Padre del Cielo a quien siempre amó y que es Espíritu puro.

Suficiente por hoy.