Día 3: Miércoles Santo de 2025

izquierda: Judas. Arriba-Derecha: Poncio Pilatos. Abajo-Derecha: Caifás 

Llegamos al Miércoles Santo, y tenemos que hablar de Judas Iscariote con un poco más de detalle, puede parecer que toda la Semana Santa se trata de Judas, pero es en realidad un desarrollo gradual, desde que aparece la intención de traicionarlo en la escena de la unción en Betania, luego el anuncio de la traición por Cristo en la cena, y ahora que viene a consumar la traición.

Que Judas traicionó a Cristo, que lo hizo con un beso, que lo hizo por 30 monedas de plata, que se ahorcó, que se convirtió en el símbolo occidental de la traición, y que en muchos pueblos de Latinoamérica todavía hoy en día se quema un muñeco de Judas en una horca al final de la Semana Santa, son cosas más que conocidas, y la lección que se puede obtener de eso: no traicionar a tu semejantes, porque es algo reprochable ética y socialmente, creo que también es algo más que obvio.

Pero en lo que nos movemos un poco hacia lo interno, cuando se trata de no traicionar a tu Cristo interno, ya empiezan a notarse cosas menos obvias y más significativas.

Dije que el Cristo del evangelio no solo es histórico, sino que es interpretativo, de esta manera los hechos del evangelio se convierten en lecciones para nuestra alma, pero también en una descripción del proceso que lleva a la cristificación del practicante cristiano. De ahí que en las escuelas de misterios de occidente (metafísica, rosacrucismo, masonería, teosofía, antroposofía, gnosticismo, etc.) reconocen las iniciaciones en misterios mayores en relación con la vida de Cristo: 1ra iniciación es nacimiento, 2da iniciación es bautismo, 3era iniciación es transfiguración, 4ta iniciación es crucifixión y la 5ta iniciación es Ascensión. Los seres que son llamados Maestros Ascendidos por ciertas escuelas esotéricas no son Dioses ni Demonios, como los describen los cristianos del nivel mítico-absolutista, son seres que han alcanzado (y superado muchas veces) la Quinta Iniciación de Misterios Mayores. Claramente cada escuela ajusta los nombres y hasta el número de grados, pero se trata siempre más o menos de la misma cosa.

Hablar de la iniciación es un tema complejo y va más allá de lo que buscamos hacer aquí, en este punto solo es importante que entendamos que el evangelio no es solo algo que le pasó a un grupo de personas hace 2 mil años, es algo que está pasando aquí, ahora, a ti, a mí y al mundo entero, seamos conscientes de ello o no.

Entonces, con esto aclarado, la pregunta que tenemos que dirimir en este Miércoles Santo es una simple pregunta: ¿Quién mató a Jesús?, lo cuál, en nuestro caso, sería: Si todos tenemos un Cristo Interno, ¿Quién lo mata? ¿Quién no lo deja manifestarse?

La respuesta simple es que a Jesús lo mataron 3 personas: Judas Iscariote, Caifás, y Poncio Pilatos.

Antes de profundizar en esto, voy a iniciar una línea de pensamiento que puede parecer que no está relacionada, pero quédense conmigo hasta el final y entenderán por qué lo traigo a colación: Cuando algo surge en nuestra experiencia siempre tenemos tres posibilidades: o nos gusta por lo cual queremos acercarnos a ese algo, aferrarnos a eso, y repetir la experiencia, o nos disgusta por lo cual queremos alejarnos de ese algo o incluso destruirlo evitando de cualquier modo repetir la experiencia, o simplemente somos neutrales, porque no tenemos información suficiente para saber si ese algo nos gusta o nos disgusta. Esto es algo que repetimos una y otra vez con todos los objetos físicos, biológicos, mentales, etc. que aparecen en nuestra experiencia. Por lo que empezamos a crear tendencias que se suelen mantener con los años, por lo tanto: el conjunto de todo lo que nos gusta modela nuestra codicia o apego, el conjunto de todo lo que nos disgusta conforma nuestra hostilidad o aversión, y el conjunto de todo lo que nos es indiferente forma nuestra confusión o ignorancia.

A estas tres tendencias en el Dharma se les conoce como triklesha, tres impurezas, tres venenos mentales o tres mentes venenosas. Nuestra codicia, nuestra confusión y nuestra hostilidad son lo que impide que nuestro Cristo interno se manifieste, y sí, como te habrás supuesto, en el drama cósmico de la crucifixión están representados por Judas el codicioso que vendió al Señor por 30 monedas de plata, Caifás el hostil Sumo Sacerdote del Sanedrín que logró hacer que Pilato ordenara la crucifixión del Señor, y Pilato el confuso que incluso se lavó las manos para indicar que él no tenía que ver con este asunto, el máximo gesto del confuso. Aunque estas tres identidades venenosas existen en todas las personas, generalmente hay una de ellas que es la más dominante, así es común encontrar a personas de codicia (Judas) personas de confusión (Pilatos) y personas de hostilidad (Caifás).

El entender a tu Judas interno, a tu Caifás interno, a tu Poncio Pilatos Interno, cómo se manifiestan en tu vida, cómo se relacionan, con tu Cristo Interno, cómo se integran y trascienden, son el corazón de la práctica y del sendero de transformación del Cristianismo Esencial.

Es claro que son temas más amplios de lo que puedo abarcar en este breve mensaje, pero te daré algunas pistas más para tu reflexión:

Veamos a Judas, las 30 monedas de plata son un punto importante para empezar: como sabrás 30 monedas de plata no era demasiado dinero, era algo que apenas alcanzaba para comprar a un esclavo en los tiempos de Jesús; sin embargo, son una perfecta alegoría de cómo funciona la codicia, porque es dinero, y porque tienen un significado más profundo. 30 es el número de la letra hebrea Lamed, esta letra tiene la forma de un aguijón, la plata es el metal de la luna, y representa las emociones. Así que por qué Judas traicionó a Cristo por el aguijoneo de sus emociones, es por esto que los codiciosos no desarrollan su Cristo, porque sus emociones los empujan en todas direcciones, como el aguijón al buey del arado, o las espuelas a los caballos. La misma Letra nos explica cómo trabajar esto, porque también significa: Vara, dirección, corrección y autoridad. Debemos disciplinar nuestras emociones, estamos en la situación donde los bueyes nos están aguijoneando con sus cuernos mientras corremos despavoridos, en lugar de ser nosotros que con la vara les indiquemos el camino a ellos, estamos siendo esclavos de nuestras emociones en lugar de sus amos. Pregúntate: ¿Soy el amo de mis emociones o su esclavo? ¿Quién tiene la vara y quién dirige a quién? ¿Quién tiene la autoridad en mi vida?

Pero hay más, porque el nombre de la letra Lamed esconde también su misterio y su regalo: Lamed-Mem-Dalet, se dice que son las iniciales de “Lev Mevin Daat”, “un corazón que entiende el conocimiento”, Lamed es la fuerza que nos impulsa a conocer el universo, a aprender. Judas es la vida que nos conecta con todo lo demás. En este el cristianismo esencial no queremos deshacernos de las emociones, ni de nada más, necesitamos integrarlo todo y trascenderlo. Cuando las emociones se integran nos llevan a la conexión con la sabiduría del universo, y con la inspiración divina, la Shekinah.

De Caifás te diré que su motivación era que según su visión, Jesús era un blasfemo, violaba la ley y era un peligro para la tradición, para lo que era correcto, para la virtud. Así nuestra hostilidad a menudo se manifiesta como esa sensación de que hay un mundo de buenos contra malos, de puntos de vista correctos contra equivocados, de que el mundo y la gente necesita ser rescatado, aunque nos digan que no necesitan ni quieren eso. Pregúntate: ¿A quién creo que estoy salvando? ¿A quién estoy tratando de defender? ¿Acaso eso alguien me lo ha pedido? ¿Acaso tengo influencia en eso realmente o me estoy amargando y consumiendo solo en mi ira y mi resentimiento como un idiota?

Al integrarse esta visión, la hostilidad nos concede un sentido de orden superior, flexible y abarcante, desarrolla nuestra inteligencia que ve la unidad de todas las cosas, y nos concede el celo divino.

Finalmente Pilatos, él no veía nada malo en Jesús, solo un loco como muchos que se proclamaban rey, estaba totalmente ignorante de lo que ocurría en realidad; sin embargo, a la primera insinuación de Caifás de que si no hacía nada el Cesar podría quitarle su puesto o incluso castigarlo, de inmediato abdicó de su responsabilidad, y dejó la responsabilidad y la decisión en la muchedumbre que terminó liberando a Barrabás. Lo que gatilla la confusión es el miedo, la posibilidad de perder lo que es su seguridad y considera su territorio. Pregúntate: ¿Estoy actuando por miedo o por fe? ¿Estoy tomando la responsabilidad que la vida me trae o estoy tratando de que los demás se hagan cargo de lo que es mi intransferible responsabilidad? ¿Qué cosa sí está en mis manos si estuviera decidido a ensuciármelas, involucrándome, pero para evitar cualquier consecuencia desagradable solo me lavo las manos?

Al integrarse, Pilatos, nos trae calma, paz mental, poder y energía para hacer cambios reales en nuestras vidas.

Creo que fue suficiente por hoy.

    • Tara Lakshmi (Ruth)

      Que profunda  es esta explicación 🥺

      Por eso se puede decir que la obra y vida de Jesús trae en si mismo el sendero y la salvacion. 

      La triklesha presente en todos los senderos, solo con tu explicación pudimos verla, está ahí, ya cuando tú lo expones esta clara;  es increíble como  nos llevas a la conclusión que al ser observada con atención, puede  así convertirse en el camino que lleva a la integración. 

      Lo que me asombra también es como en si misma la etimología de las palabras, trae el enigma y la clave de como son estas profundidades del sendero 

       

      Gracias por tu explicación 🙏🏻